POETAS ECUATORIANOS Y SU LEGADO
¿Qué fue la generación decapitada?
La generación decapitada fue denominada así, un grupo de 4 poetas ecuatorianos considerados los padres del movimiento modernista ecuatoriano. El porque ese nombre, se debe a que básicamente estos poetas acabaron con su vida a una edad muy temprana.
Esta generación abarcada por unos temas en común en las que las letras de las poesías de los poetas tienen expresiones melancólica, una tristeza honda, y unas ganas de irse de la vida sin que nadie los llamara.
Los poetas que conformaron esta generación decapitada son los quiteños Humberto Fierro y Arturo Borja; los guayaquileños Ernesto Noboa y Camaño, y por último, Medardo Ángel Silva.
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Humberto Fierro |
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Arturo Borja |
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Ernesto Noboa y Camaño |
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Medardo Ángel Silva |
Biografía pequeña de Medardo Ángel Silva
Medardo Ángel Silva (1888-1919) fue un destacado poeta ecuatoriano considerado uno de los representantes más influyentes del modernismo en la literatura de su país. Nació en Ambato, Ecuador, y desde temprana edad mostró un gran talento para la escritura.
Silva es conocido por su estilo lírico y melancólico, que abordaba temas como la tristeza, el amor, la soledad y la muerte. A lo largo de su breve vida, escribió una serie de poemas notables, incluyendo "El alma en los labios", que se ha convertido en uno de los poemas más emblemáticos de la literatura ecuatoriana.
Desafortunadamente, la vida de Silva estuvo marcada por la tragedia. A una edad temprana, sufrió la pérdida de su madre y más tarde experimentó dificultades económicas y problemas de salud mental. En 1919, a la edad de 31 años, Medardo Ángel Silva se suicidó en un hotel de Bogotá, Colombia.
A pesar de su corta vida, las obras de Silva tuvieron un impacto significativo en la poesía ecuatoriana y latinoamericana. Su estilo innovador y su capacidad para expresar emociones profundas han dejado una huella duradera en la literatura de su país y continúan siendo estudiados y apreciados por generaciones de lectores y amantes de la poesía.
Medardo Ángel Silva (1888-1919) fue un destacado poeta ecuatoriano considerado uno de los representantes más influyentes del modernismo en la literatura de su país. Nació en Ambato, Ecuador, y desde temprana edad mostró un gran talento para la escritura.
Silva es conocido por su estilo lírico y melancólico, que abordaba temas como la tristeza, el amor, la soledad y la muerte. A lo largo de su breve vida, escribió una serie de poemas notables, incluyendo "El alma en los labios", que se ha convertido en uno de los poemas más emblemáticos de la literatura ecuatoriana.
Desafortunadamente, la vida de Silva estuvo marcada por la tragedia. A una edad temprana, sufrió la pérdida de su madre y más tarde experimentó dificultades económicas y problemas de salud mental. En 1919, a la edad de 31 años, Medardo Ángel Silva se suicidó en un hotel de Bogotá, Colombia.
A pesar de su corta vida, las obras de Silva tuvieron un impacto significativo en la poesía ecuatoriana y latinoamericana. Su estilo innovador y su capacidad para expresar emociones profundas han dejado una huella duradera en la literatura de su país y continúan siendo estudiados y apreciados por generaciones de lectores y amantes de la poesía.
El alma en los labios (Medardo Ángel Silva)
Cuando de nuestro amor la llama apasionadadentro de tu pecho amante contemples extinguida,ya que sólo por ti la vida me es amada,el día en que me faltes me arrancaré la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariñoque en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,Lejos de tus pupilas es triste como un niñoque se duerme soñando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el vientoy quisiera ser todo lo que tu mano toca;ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,para poder estar más cerca de tu boca.
Vivo de tu palabra, y eternamente esperollamarte mía, como quien espera un tesoro.lejos de ti comprendo lo mucho que te quieroy, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que puedadecirte la inefable pasión que me devora;para expresar mi amor solamente me quedarasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda¡Dejar mi palpitante corazón que te adora!
Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariño
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.
Vivo de tu palabra, y eternamente espero
llamarte mía, como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡Dejar mi palpitante corazón que te adora!
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